El gran río


Aquí estoy, arrodillado frente a la madre naturaleza. Los árboles se mecen al ritmo del viento y los aromas del bosque impregnan mi alma. Los sonidos se intensifican, con el simple roce del pasto en mis pies o del agua golpeando las piedras en la orilla del gran río, cuyo cauce marca una frontera invisible entre dos clanes ancestrales en lucha por siglos. Nadie sabe cómo empezó la guerra y mucho menos como terminara. Pero miles han desaparecido de esta tierra, en este río sagrado y sus almas fueron llevadas por el gran espíritu a su gran morada.

Los Wasahi llaman a esta guerra, Cashiqui, que significa castigo. Creen que cuando el mundo fue creado por el gran espíritu padre, sus hijos lo traicionaron. Celosos, tomaron la forma de un antílope y un lobo y descendieron a la tierra para ver que tenia de especial lo que su padre había creado. Cuando llegaron no pudieron evitar sentirse confundidos e invadidos por sentimientos extraños.

El lobo no resistió y comenzó a matar a cada animal que encontraba, incluido a su hermano menor, aquí en nuestro río. El gran padre al ver lo que había sucedido condeno a su hijo a morar como el espíritu de los árboles, siempre cerca del agua, para recordarle eternamente el asesinato de su hermano. Así fue como el castigo cayó sobre el mundo.

Hoy mi clan, el del lobo acecha al clan del antílope que esta frente a nosotros, pero yo solo puedo verme a mí, y a mi pequeño hermanastro en la otra orilla, un antílope que no quisiera ver morir.

El gran río esta allí a mitad de camino entre la vida y la muerte, donde todo comenzó. Mírame oh gran padre estamos aquí, tus hijos viviendo el castigo, perdónanos y danos la fuerza para poder llegar junto a ti.




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El gran río por Jesús Nicola se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Obra Derivada 4.0 Internacional.

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