Antología II




Cassette: Este soy yo. Todo lo que fui está aquí. Cada pensamiento, sentimiento, cada amor y desamor, mis sueños y fantasías. Una gran y compleja colección de momentos que me definen. Ahora mi cinta está cerca de acabarse y empieza a desgastarse con el tiempo, pero existe un lado B, un nuevo comienzo que tu y yo podemos alcanzar. Dar vuelta lo que fuiste y comenzar a grabarte en una nueva oportunidad, sabiendo que siempre estará aquella parte de ti guardada para que puedas recordar.

Tres deseos: Charly pide tres deseos, se escuchaba decir, mientras soplaba las velas del pastel. Él sabía que había más allá de aquellos tres secretos que tan celosamente guardaba. Almacenados en un rincón de su alma esperando solo salir una vez al año cuando sopla las velas del pastel de cumpleaños. Tres deseos que año tras año vuelven recordándole que en esas simples palabras esta la felicidad que busca. Están allí al alcance de sus manos y sin embargo se le escapan en una ráfaga de viento que se apaga con el ritmo de las velas.

Sofía: Sofía camina paso a paso por las oscuras cornisas que ascienden hacia la luna. Su vestido arrastra duelos y su cuerpo pálido se crispa ante la decisión que debe tomar. ¿Seguirá adelante esperando en la cima la cordura encontrar? o quedara dormida en la habitación blanca atada a su locura y desamor, muriendo cada día sin poder despertar.

Noche: Noche, llévate aquellas tristezas guardadas que salen despedidas por los balcones de mi memoria. Noche abrupta cierra la puerta de mis sentidos para que el silencio se guarde en cada rincón de mi alma y protégelos del mundo real. Noche de incierta desesperanza que vuelve a mí en sonidos mudos atropellando mi sueño nocturno como una dura caída hacia la muerte. Siente cada paso que dé y envuélveme en tu oscuridad para que el día sea más brillante cuando tú te vayas. Espérame sentada en la esquina de la calle donde crecí, vestida de sueños remanentes y fantasías olvidadas para regalarme una última sonrisa antes de que la luz de la mañana ciegue mi existir.

Acordes: Toca la música que vibra en tu interior, mientras silencias los murmullos de tus recuerdos y siente como cada nota te traspasa hasta llegar a la esencia de quien eres. Toca cada acorde que acompaña los latidos de tu corazón como una perfecta sinfonía que acaba cuando dejas de soñar. Grita melodías para que suban al cielo escalando peldaños de memorias pasadas hasta llegar a las estrellas, y Deja allí tu canción favorita, aquella que te encontró en los momentos más inciertos. Déjala allí y regresa porque aquí te esperan nuevas notas para que vuelvas a comenzar.

El Ascensor: Atrapada en el ascensor del edificio Milton hace más de una hora, todo está en silencio y completa oscuridad. De repente voces en mi cabeza comienzan a surgir como una jauría de perros hambrientos desgarrando cada pensamiento racional. ¿Han pasado segundos? ¿Minutos? En un momento recuerdo que no es la oscuridad o la soledad lo que me aterra. Es la sonrisa que veo surgir en frente de mí y que murmura lo que siempre supe. "jamás saldré de aquí".  Este pequeño espacio cerrado será mi tumba. Yo la llamé, mi mente

Titiritero: Almas solitarias somos, vagando en las colinas de nuestra soledad. Deambulamos buscando un propósito, una excusa que justifique nuestra existencia. Morimos, vivimos y volvemos a morir, ignorando la cruel verdad detrás del telón negro que se cierne delante de nuestros ojos. Existe un titiritero que se encuentra detrás, tramando historias y encrucijadas para ti y para mí. Para todos. Moviendo sus hilos y desgarrando nuestra voluntad. La sombra que esta allí susurrando nuestros oídos no es más que tú mismo vestido de secretos y memorias olvidadas. ¿Eres tú? ¿Soy yo? ¿O alguien más?


Quien está ahí: ¿Quien está ahí? se escucha una voz decir en la lejanía de la penumbra.
Soy yo quien está aquí esperando ser rescatado del frío bosque que alberga mi soledad.
¿Quién está allí? escucho decir una voz a lo lejos en el bosque.

Soy yo parada en el umbral de mi puerta esperando que alguien llegue a mi casa a contarme cuentos de días mejores, de sueños que puedan pasar.

Tú estás allí y yo aquí en un encuentro casual, pero inmóviles por el cruel pasar de una vida fugaz. Tú en las sombras, yo en mi umbral, tan cerca que hasta tu voz puedo escuchar. Da un paso o lo doy yo, que mas puede importar. Acércate y se tú quien vengas a mi casa a darme cuentos que soñar o seré yo quien te rescate del frió bosque que alberga tu soledad. Frente a frente solo somos un reflejo del otro que queremos mirar.

-Hola mucho gusto soy Bruno. Te vi parada en la puerta del bar.
-Selina, un placer encontrarte en este bar que aunque rodeado de gente solo pude verte a ti, allí callado en la oscuridad.
¿Quieres algo de beber? La noche apenas está por comenzar.




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