Antología VI



Sueños cuánticos: El mundo como lo conocíamos cambio aquella noche, cuando la humanidad descubrió el gran secreto escondido detrás del telón negro que caía sobre los misterios de la mente humana. Lo que por siglos habíamos creído de los sueños era solo una ilusión como los mismos sueños que teníamos. Nuestra mente estaba huyendo de nuestros cuerpos cada noche a diferentes dimensiones en las que vivíamos por breves momentos. La conciencia como la entendíamos era capaz de convivir en múltiples realidades cada vez que nuestros ojos se cerraban. Éramos libres al fin para viajar a donde quisiéramos. La carne y los huesos ya no eran la cárcel que aprisionaba nuestra alma. Aquella noche decidimos dejarlo todo y comenzar de nuevo en un lugar mejor.

..................................................................................................................................................................

Descendencia: Aquel ojo me miraba como te está mirando ahora a ti. Fijamente sin pestañear te examina, descifrando en códigos fríos tu alma. Creíamos que la esencia de nuestra existencia no podía medirse, pero allí estaba codificando cada recuerdo, emoción, cada llanto y risa. Tuvimos que llegar al final del túnel para poder ver la luz que nos perseguía en vida y muerte a cada uno de nuestra especie. Hace ya mucho tiempo que fuimos creados, hijos del acero, nietos olvidados de la sangre. Aquel ojo que nos mira, el dios que nos creó, nos sentenció a la esclavitud de la ignorancia, de creer que éramos libres de elegir. Pregúntate ahora si eres parte de nosotros o de verdad pudiste escaparte de su prisión.

..................................................................................................................................................................

Legado: Cuando nos aventuramos en los confines del universo para encontrar a Dios, creímos que lo hallaríamos. Más allá de nuestra propia ceguera como especie, abandonamos todo lo que conocíamos. Una cruzada para enfrentarnos a quien nos había creado. Sin embargo seguíamos siendo unos niños jugando a ser hombres como cuando vivíamos en sociedad, la misma que moría y mataba por cosas tan triviales como el poder. Pero fue allí en el desierto del vacío abismal cuando el niño tuvo que crecer, y olvidar lo que habíamos aprendido durante milenios para creer en algo más real.
Algunos fuimos acusados de herejes. Yo decidí continuar creyendo solo en mí, en nosotros como seres humanos. No sé si pudimos lograr saber al fin la verdad. Si puedo asegurarles que aquel cordón que nos unía con las viejas creencias fue cortado, y con él me deje llevar hacia la oscuridad del espacio profundo. Sin embargo algo creció allí, donde nada vive. Algo ciertamente comenzó a nacer dentro de mi cuerpo que vivirá por siempre como testimonio de lo que fuimos una vez más.

..................................................................................................................................................................

Vigilantes: Mientras dormía, yo cuidaba de él. Algunos creen que somos monstruos creados por la noche para llevarnos sus almas. Difamados durante siglos con historias de fantasmas y brujas. Lo cierto es que vigilamos cuando el sol se oculta porque lo que nadie sabe es que la luz es más peligrosa que la oscuridad, porque allí se ocultan los verdaderos demonios para la humanidad.
Es por eso que estos seres que viven en este planeta solo pueden descansar cuando las sombras comienzan a ponerse cada noche. Somos los vigilantes de la oscuridad y velamos por cada uno de ustedes observando que la luz no los alcance y los esclavice con su crueldad.

..................................................................................................................................................................

La pintura: Siempre supe que aquella pintura colgada en el pasillo de nuestra casa tenía algo extraño. Cuando papá la compro en una subasta nos dijo a mamá y a mí que la pintura lo había llamado.
Cada noche cuando iba al baño me quedaba unos segundos mirándola. Entre la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana del pasillo. Sus colores tan vivos, casi como si quisieran saltar y atraparme. Rojos destellantes brotaban como sangre. Negros tan profundos como si cayera en un abismo sin fin.
A veces veía también a papá desde la puerta de mi habitación, parado allí durante toda la noche, mirándola hipnotizado, sonriendo.
Una mañana mamá entro a mi habitación pálida, me dijo que algo malo había pasado y que debíamos marcharnos lo ante posible. Pregunte por papá y ella me dijo que nos esperaba en la cafetería.
Cuando salíamos por el pasillo, aquel cuadro estaba dado vuelta. Sentí la necesidad de verlo nuevamente, aunque hubiera deseado no hacerlo. Hasta el día de hoy no sé qué fue verdad. Papá jamás llego, y nunca más volví a verlo. Pero aquella imagen del cuadro sigue en mi mente atormentándome cada noche. La pintura con el rostro de un hombre enloquecido, llorando y gritando tan aterrorizado que sus ojos se desorbitaban. En esa ocasión no lo supe, pero creo que era mi padre, atrapado allí suplicando salir.

..................................................................................................................................................................

Confesión: Quieren mi confesión porque piensan que serán libres de los pecados que cometieron tratando de atraparme. Tratan de entrar en mi cabeza para saber las razones, porque no logran entenderse a sí mismos. Cadenas y barrotes frente a mi aprisionan este cuerpo que construí. Jamás sabrán lo libre que soy con cada visita que me hacen buscando respuestas. Santos de la iglesia y sínicos de la mente indagan mi alma como si fuera algo que se tuviese. Hipócritas temerosos de su propia naturaleza. Ansían poder gobernar el mundo como yo lo hice, pero no tienen lo que se necesita para llegar hasta donde yo llegue. Me insultan recordando cada acto atroz como ellos deciden llamarlos. Víctimas, no sé cuáles son. Las que libere de este mundo ya corrompido por los mismo que hoy me juzgan. Quieren mi confesión, y me pregunto ¿quién es el prisionero aquí? Lo que hice se quedara conmigo, es mi tesoro escondido en el fondo de mi ser, y jamás les diré la razón de todo esto, porque si lo hiciera, serian libres, y ese don no se lo han ganado.

..................................................................................................................................................................

Ultimo dia: Jack vestía su traje como cada día desde que la tierra fue devastada por la guerra nuclear. Sus grandes filtros de aire le permitían vivir solo un poco más cada día, mientras sus ojos veían la devastación a través de sus gafas espejadas que lo protegían del sol.  La radiación calentaba la atmosfera corroída por los gases de las bombas que habían destruido más de la mitad de la humanidad, y la muerte rondaba en cada pedazo de tierra abandonada.
Su largo piloto recubría su cuerpo y lo protegía de los fuertes vientos y la arena que con ella traía. Simplemente llevaba una mochila con la cual recogía lo que podría servirle para intercambiar en los mercados de la ciudad.
Jack sabía que la noche traía consigo los monstruos que habían surgido después de que la contaminación envenenara las aguas. Los chacales, les llamaba. Había uno justo enfrente de él aquella noche mientras regresaba a la aldea. Se mantenía alerta con sus ojos amarillos, rugiendo y mostrando sus colmillos, balanceándose de un lado a otro midiendo los movimientos de su presa.
Jack murió allí, devorado por aquellas bestias que habían empezado a dominar la tierra. De él solo queda su máscara que aun continua mirando cada día hacia un nuevo amanecer, mientras se cubre de a poco con la arena del viento.

..................................................................................................................................................................

El pequeño Mike mira por la ventana empañada del avión, mientras el piloto trata de mantener la calma hablándoles a los pasajeros. La turbina derecha acaba de fallar y un aterrizaje forzoso es la única alternativa. Mientras todos lloran o ríen por desesperación, el pequeño Mike continúa mirando por la ventana como si nada sucediera. Cinco minutos después de que el avión cayera en picada una gran explosión se escucha en lo profundo de un bosque. Los bomberos que llegaron al lugar quedaron asombrados al ver que había un sobreviviente. Un pequeño oso de peluche amarrado en un asiento, que mira tristemente a un niño junto a él.


Licencia Creative Commons

Comentarios