Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2019

Prologo - El navegante

Imagen
Me encuentro confundido y agotado en este frío rincón donde me tienen atrapado día  tras día, encerrado en una prisión cuyos candados no pueden verse, donde soy  prisionero de mi propia mente. El Doctor Fleming jamás me dijo el alcance de las consecuencias que mis actos traerían  y lo que tomaría de mi vida. Aquí, en este lugar, todos me llaman Mimesis, porque  puedo imitar cualquier estado mental del ser humano. No sé porque algunos piensan que  es un don lo que poseo, yo en cambio creo que es una maldición. A decir verdad siempre tuve esta habilidad de imitación como lo llama Fleming, pero  jamás pude desarrollarla completamente.  Ahora que lo pienso cuando era solo un niño utilizaba esta capacidad para poder  entender a todos, pero me sentía cada vez más solo, así que un día cuando tenía quince  años, simplemente decidí escapar de casa. Durante dos años vague por las calles solo, sintiéndome un fenómeno, durmiendo en las  calles; hasta que un anciano al que intent

Prólogo - Los Superiores

Imagen
Los planetas, todos ellos en donde hay vida inteligente, son prisiones invisibles para los sentidos; creadas para controlar la verdadera esencia de las criaturas que viven en ellos. Existe una conspiración universal tan antigua como el tiempo mismo, que encarcela y esclaviza los cuerpos para que su luz no pueda escapar, aquella luz que ustedes llaman alma. Los seres más afortunados están encarcelados en dimensiones complejas, donde existe un falso sentimiento de control sobre todo lo que existe, sobre la naturaleza y las leyes que las rigen. Creen que la sabiduría que poseen, les da derecho a conquistar, matar y destruir, pero han olvidado la esencia que los une, que los conecta, y sin darse cuenta caen en una trampa que se niegan a ver, creer que el poder está en el conocimiento absoluto y en la tecnología. Luego están los seres menos afortunados, los cuales son mantenidos cautivos en dimensiones como ésta, seres que apenas comienzan su camino,   y que ignoran su verdadero p